Un recorrido por las experiencias, aprendizajes y momentos que han moldeado mi visión de construir un mundo mejor a través de la ciencia, el emprendimiento y el desarrollo personal.
Mi historia es la de alguien que ha aprendido tanto de los éxitos como de los fracasos, que ha encontrado en cada etapa de su vida lecciones valiosas para su crecimiento. Desde mi infancia privilegiada hasta los desafíos de la pandemia, cada experiencia me ha acercado más a mi propósito: construir un mundo mejor.
Nací en el año 2001 en la Ciudad de México, en una familia de clase media que me brindó varios privilegios por los cuales estoy muy agradecido. Durante mi infancia no me faltó nada: tuve comida, educación y amor. Asistí a una primaria privada en la Magdalena Contreras, donde también recibí formación extracurricular en taekwondo, fútbol, natación, danza regional y ajedrez. Mis padres, especialmente mi padre, estuvieron muy presentes, y cuando no estaba con ellos, solía estar con mi madrina y mi abuelita, quienes también tuvieron un papel importante en mi crianza.
Al pasar a la secundaria, ingresé a una escuela pública y la situación económica de mi familia empezó a deteriorarse. En esa etapa hice muchos amigos y comencé a destacar en proyectos de liderazgo, llegando a ser presidente de la secundaria. Fue una etapa buena pero llena de confusión, típica de la adolescencia, y en ese tiempo fui bastante rebelde con mis padres.
En la preparatoria, mi rendimiento académico se relajó un poco respecto a la secundaria, aunque no bajé mi promedio. Una parte de mí se arrepiente porque siento que no ejercité ciertas capacidades cognitivas, pero también me permitió vivir la experiencia de ser joven y cometer errores, lo cual fue valioso para mi crecimiento personal. Justo al inicio de mi último año comenzó la pandemia, lo que me obligó a terminar esa etapa en línea.
Entré a una carrera poco conocida en la UNAM, con solo unas 10 personas por generación. Debido a que la práctica de laboratorio era muy importante, pude asistir presencialmente al laboratorio durante algunas etapas de la pandemia. Durante la universidad me formé como investigador biomédico, trabajando en varios laboratorios con investigadores reconocidos en México, y me siento afortunado por la formación recibida, que me enseñó mucho sobre cómo descubrir nuevo conocimiento.
A la par de mi formación académica, desarrollé mi carrera como emprendedor, que empecé a finales de la preparatoria con mis primeros talleres y cursos. Continúo capacitándome como Scrum Master y como emprendedor de alto impacto y líder, participando en eventos relevantes como Trap Camp y obteniendo reconocimientos como el segundo lugar en un hackatón de la NASA a nivel local y otro segundo lugar en un pequeño hackatón de Google.
Hacia el final de la universidad fundé los proyectos más significativos en los que trabajo ahora y también profundicé en mi desarrollo espiritual y en la construcción de la filosofía sobre la que está basada Alma Delta. Esta filosofía surgió en los últimos dos años de universidad, especialmente en mi último año y en mi primer año de posgrado.
Actualmente curso un doctorado en ciencias biomédicas mientras continúo desarrollándome como emprendedor. Planeo titularme en 2025 y comenzaré el doctorado ese mismo año. Estoy emocionado por lo que el futuro me depara en 2026 y más allá, continuando mi misión de construir un mundo mejor.
Investigador biomédico formado en la UNAM, actualmente cursando doctorado en ciencias biomédicas.
Segundo lugar en hackatón de la NASA y Google, certificaciones en Scrum Master y emprendimiento de alto impacto.
Desarrollo espiritual y filosófico enfocado en la transformación personal y el impacto social positivo.